Notas : Egocentrísmo en los países

Aquella exagerada exaltación de la propia personalidad, hasta considerarla como centro de atención y actividades generales, se manifiesta propiamente con el dicho "Egocentrismo". Vamos a acercarnos un poco más y haremos una referencia acerca del "Narcisismo", sin acotar términos psicológicos, este término corresponde a la excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras. Ahora bien esta tipo de comparaciones se pueden dar a conocer en comportamientos en los seres humanos y podemos analizarlos también en cuanto a países nos referimos. Lógicamente existen con personalidades propias y carentes de estas cualidades, pero si hay algo que se mantiene inmune es el orgullo. Aquella propiedad que también puede asimilarse con la "Vanidad" y el exceso de estimación propia, y otras tantas veces es disimulable por nacer en causas nobles y justas.

Imaginemos una persona cuyo ser se destaca por su egocentrismo, narcisismo y orgullo e ignora tener estas facultades: se encontrará siempre un escalón más arriba que el resto y hasta hará pertenecer a diferentes grupos dentro de uno solo, por no decir que incluirá a todos "dentro de una misma bolsa" ya que acepta indefectiblemente que son inferiores, no puede reconocer que no todos son como él.

Imaginemos un país y similares características: automáticamente ya tenemos una imagen de una bandera de color rojo, blanco y estrellas, cuyo slogan es "libertad".

Exacto...

Estamos en el mismo canal, por lo tanto, este país, o un ciudadano nos podrá contestar la siguiente duda:

¿Porqué son ellos todo América? ¿Porqué son ellos únicamente Americanos?

Hace poco un amigo y colaborador de este sitio, nos contaba acerca una travesía que realizó por Sudamérica y Centroamérica, finalizando allí su viaje emprendedor únicamente de aventura y conocimiento, en busca de felicidad. Conoció un ciudadano Norteamericano, el cual se encontraba en viaje, también, y al establecer un diálogo no tan fluido, de mutuo respeto, se desvirtúa cuando le consulta:

- ¿De dónde eres?

- De América, EE.UU.

No tan sorprendido, dice:
- Yo también soy de América.

Este, realmente sorprendido y hasta curioso, el Norteamericano, consulta:
- ¿Oh, sí? ¿De que parte?.

Muy seguro se explaya:
- De Argentina, yo también soy Americano.

Sin entender, termina por retirarse a lo mejor con el orgullo dañado...