Nuestra verdad sobre la implementación de los boletos electrónicos

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En Argentina, las promesas suelen ser utilizadas como llamado de atención a la hora de los votos para la postulación de cargos nacionales. Uno de las tantas promesas incumplidas es la de la implementación de los boletos electrónicos en los colectivos o buses públicos de transporte de pasajeros. Esta medida fue sugerida en el año 2007, en el inicio del ciclo de la presidencia de Cristina Kirchner, cuando el faltante de monedas era un tema mayor. Como siguió sin implementarse, las monedas empezaron a aparecer, gracias al Banco Central que emitía y emitía monedas a lo loco (y sigue emitiendo… ¿No será por casualidad otro puntapié y un empujoncito a la inflación?).
Finalmente llego el pésimo 2009 donde se aumentan las tarifas de todos los transportes públicos, donde no hizo más que volver al problema de la falta de monedas, ya que paso de $0.90 viaje mínimo a $1.10 y de $1 a $1.20, $1.25 y $1.75, había que recurrir a cada vez mas monedas para poder viajar. Se vuelve a emitir y hasta se multaba a los bancos por no cambiar billetes por monedas. Los aires del boleto electrónico empiezan a sondear los canales de televisión.

Llegamos al año 2010, las tarifas se mantienen, no hay un real desabastecimiento de monedas y en los diarios y hasta la boca de la presidente vuelve a decir que finales de este año se implementara definitivamente el sistema del boleto electrónico, dado que solo se utiliza actualmente en alguna líneas de transportes y son muy pocas.
Ahora bien, lo que nos quedo pendiente de entender es si el verdadero motivo de la no utilización del boleto electrónico fue debido a los costos o a otros motivos.
Como la opción de los costos es muy conocida nos quedaremos con la siguiente deducción:

El atraso es muy lógico: no lo implementan porque el boleto electrónico sinceraría el verdadero volumen de público que viaja y pincharía el negociado de los subsidios inflados. No es extraño que esta área de transportes haya sido dirigida por Jaime, el cuestionado secretario principal de transporte acusado de enriquecimiento ilícito y corrupción.

Para redondear el tema nos gustaría comentar también acerca de las primeras tarjetas SUBE (boleto electrónico) que se repartieron en la ciudad. No falto ver en más de un sitio de la Capital Federal, las promotoras del Gobierno repartiendo las tarjetas y pidiéndole a la gente que llene un formulario que resumiendo pedía los siguientes datos:

• Nombre y Apellido:

• D.N.I (Documento Nacional de Identidad)

• Teléfono (¿Para que necesitan nuestro numero?)

• ¿Utiliza frecuentemente el transporte público?

• ¿En que horario lo utiliza?

Digamos, ¿no serán demasiados datos los que pedían o siguen pidiendo?
¿Por qué nos dignamos a dar este tipo de información tan fácilmente?
Lo peor, es que se repartieron 50.000 tarjetas de este modo…

Por cierto, en el subterraneo hace años que se utiliza el sistema de boleto electronico o tarjetas convencionales, pero esta imagen sigue repitiendose:

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(Imagen real, Linea D de subterraneo, empresa Metrovias, horario 18hs)