jueves, 7 de octubre de 2010
Vindicación de la convivencia
La costumbre de la escolástica ha enseñado por años a los más jóvenes el feliz concepto de la convivencia. En esos prósperos años, en los cuales desconocemos las rigurosas vicisitudes de la realidad, podemos creer sin esfuerzo en las virtudes de aquel concepto. Podemos creer en su poder curativo, en su necesidad inexorable para el bienestar, y en su fuerte cimiento para la salud social. Todas estas cosas son indiscutibles en la juventud, porque ejercer la convivencia en campos limitados como recintos o aulas no conlleva mayores dificultades. Conjuntamente, es menester decir que en los espíritus jóvenes es más practicable asimilar lo bueno.
Transcurridos algunos años, los laberintos del conocimiento, la madurez y el estudio, convierten a la convivencia escolar en el concepto del contrato social. La transformación, indudablemente, no es tan sencilla. La nueva convivencia deja de ser para alumnos o amistades; ahora tolera al vecino, al ciudadano, al miembro de una Nación. Este nuevo paradigma llega acompañado de obligaciones y responsabilidades, caras del mismo prisma que suma complejidad a su sana ejecución.
Que el hombre necesite vivir en sociedad no asombra ni al más suspicaz. Lo supieron los griegos y los romanos. Los supieron, en fin, todas las culturas que caminaron sobre el orbe. No obstante, esa necesidad se funda en la conveniencia por sobrevivir y no podría practicarse sin otros ingredientes menos interesados. Uno de ellos, y acaso el más virtuoso es la tolerancia. Sospecho que el primero que utilizó la palabra con el peso filosófico que merece, fue Voltaire, que descubrió en el cristianismo de la época, una torpe intransigencia hacia las otras religiones. Tolerar las ideas y las costumbres ajenas sin esforzarse por ello es lo que hace grandes a los hombres; y la convivencia, para los grandes hombres, es un hecho de fácil consumación.
Me apresuraré ahora a producir una simulada certeza, que también puede ser –y será, fatalmente- una certeza ajena: el hombre es y quiere ser cada miembro de la comunidad en la que pertenece. De algún modo, en su fuero interno, en su más íntimo rincón del espíritu, entiende lúcidamente que quienes los rodean también son él mismo y lo justifican. Así, basta la falta oprobiosa de un hombre para que los demás sientan vergüenza, u orgullo cuando uno de ellos comete un acto elogiable. Esta feliz idea ha sido un hallazgo del cristianismo; según De Quincey, anteriormente los griegos barajaban una palabra como el pecado, pero el concepto se limitaba a la culpa del hombre como individuo; el pecado cristiano es una mácula del hombre como arquetipo de todos los hombres. Esta oportuna forma de ver al hombre multiplicado en todos los demás fue cantada incansablemente por Walt Whitman:
Anuncio el advenimiento de las personas elementales,
Anuncio a la justicia triunfante,
Anuncio intransigentes igualdades y libertades,
Anuncio la justificación de la sinceridad y la justificación
Del orgullo.
Anuncio que la unidad de los Estados es una sola unidad,
Anuncio que la Unión será indisoluble y compacta,
Anuncio majestades y esplendores que harán palidecer a todas las
Políticas de la tierra.
Anuncio afinidades, declaro que serán firmes, ilimitadas,
Digo que encontrarás al amigo que buscas.
Aunque en América todavía existen insondables espíritus que ejercen la estupidez, fomentando el individualismo y una tosca indiferencia hacia la sociedad (personalidades de toda índole como funcionarios, periodistas, y pensadores eligen todavía ese camino vacuo e interesado, y a fuerza del descaro, hacen apología de la patria, del orden, de todas las concepciones fascistas), presiento íntimamente, que por estas tierras la convivencia es más posible.
Quiero dejar, en el final, la imagen de un sueño, o la de una esperanza tímida y escondida que acaso tenga forma de la convivencia: A estas tierras las une el lenguaje, y también la perplejidad de la historia. Las unen ciertas belicosidades que tienen toda contradicción ideológica, y la dedicación severa de ser independientes. Todas esas cosas, lo sospecho, perdurarán en el decurso del tiempo. Si el destino no es avaro, seremos indiferentes a las montañas, a los ríos, a toda línea extendida en los mapas; olvidaremos las parcelas; y todo ese patriotismo agotado por infaustos militares, mañana lo dilataremos al conjunto continental. Advertiremos –ya lo estamos haciendo- que compartimos el indio, el yugo del dictador, la candidez de los próceres, la independencia, la cadencia de algunas músicas, la juventud de nuestros pueblos.
He hablado de una esperanza; no es poca cosa poseerla en estas tierras del sur. Aquel porvenir es menos que una utopía, y es verosímil su ejecución. Júzgueme el lector de una descomedida credulidad.
Etiquetas:
Notas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es muy probable que haya sido Voltaire, y como indicas se extiende a una Nación. La utopia, por lo menos para mi a cambiado a través de esta bella familia virtual. Un fuerte abrazo mi amigo
ResponderEliminarPD, la esperanza es bella
Una visiòn interesantìsima de la Convivencia en su evoluciòn. Un anàlisis filosòfico acertado que deslumbra por su contenido.
ResponderEliminarMe adhiero a la esperanza final.
Ha sido un gusto leerlo.
Cordiales saludos
Adrián...
ResponderEliminarExcelente aporte para este día en el que todos estamos UNIDOS más que nunca. Acertada reflexión cuando hablas del individualismo predominante en muchos (lamentablemente, la mayoría) seres humanos. No es una utopía, como bien propones, sino algo que se puede convertir en realidad. Es tan simple y tan difícil a la vez como dejar a un lado el egoismo y transigir con nuestros semejantes pese a la diferencia de opiniones y credos...
Un fuerte abrazo¡
Una interesante y acertada reflexión en este día de CONVIVENCIA.
ResponderEliminarLa convencia no es nada fácil cuando se pierden los valores de libertad, cariño y respeto, llegando a conflictos, pero si entre todos ponemos nuestro granito de arena, podremos hacer un mundo mejor.
Un abrazo en este día de CONVIVENCIA BLOGUERA.
No pienso que peques de credulidad. Poco a poco se van dando los pasos hacia una unidad planetaria e Internet colabora a ello de un modo grandísimo. Cuando exista un sentimiento total de unidad, los problemas de los países pobres serán los de los grandes y podrá acabarse con la pobreza e injusticia en el mundo.
ResponderEliminarUn afectuoso saludo.
Interesante este post. Yo confío que todo puede mejorar. Quiero confiar en el ser humano y me sumo a esa esperanza.
ResponderEliminarFeliz día de la covivencia!!!
Hola Jose Ignacio.
ResponderEliminarMis felicitaciones para estas excelentes reflexiones.
Un saludo.
José Ignacio,imperdible tu post.
ResponderEliminarMuchas Gracias...
Ambar...
Hola..
ResponderEliminarHoy es un buen día para convivir, convivamos siempre.. Un abrazo de buen fin de semana
Excelente análisis Adrian !!!
ResponderEliminarNo es una utopía tu propuesta, podría realizarse pero ciertamente me parece crédula.
Los grupos se unen por todo aquello que genera intolerancia y los lideres de esos grupos fogonean aun mas las diferencias con los otros grupos.
Es muy contradictorio que la mayoria deseamos una verdadera convivencia pero a la hora de elegir a nuestros lideres, terminamos acordando diferenciarnos y no tener tolerancia con los otros. La política es precisamente un antónimo de la Convivencia.
Un abrazo
Bife
Adrián un fuerte abrazo en este día tan especial,y te cuento se me hace muy lento y complicado poder comentar en tu blog.
ResponderEliminarQue tengas el mejor finde,lleno de paz,armonía,bienestar y disfrute.
Besos.
Ambar...
Estupenda y meditada reflexión sobre el tema. Un abrazo.
ResponderEliminarGenial y muy acertada reflexión para este día, tengo que pasarme más seguido por tu blog para leerte ;)
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo y que tengas un excelente fin de semana. Besos!
Porque hoy también debería ser día de la convivencia bloguera, todos los días, y no uno, por eso vengo a dejarte mis saludos deseándote un feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn beso.
Buen post !! gracias a la iniciativa de convivencia he descubierto nuevos sitios, nuevos amigos y compañeros blogeros
ResponderEliminarme alegra conocer tu sitio ;) nos estamos leyendo!
Un saludo
Muy buen port mi amigo,disculpa lo tarde que llegue es que aun sigo leyendo sobre la convivencia,cariños y gracias por ser.
ResponderEliminarOjalá que todo cambie algún día y no exista el YO tan egocéntrico para que todos seamos capaces de convivir.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo muy agradecido y te felicito por esta exposición tan jugosa que has aportado.
Siempre nos quedará la esperanza, a pesar de las cosas en su contra que, a diario vemos, Nos queda, nos queda la esperanza.
ResponderEliminarSaludos
Gran aporte a la inciativa Convivencia.
ResponderEliminarSaludos.
Amigos realmente agradezco y agradecemos la participación en la idea de Senovilla y Ángel Cabrera. Sinceramente fué un placer participar en esta iniciativa y leer todas las entradas que han dedicados, es un sentimiento muy difícil de describir. Me he quedado sorprendido, anonadado, boquiabierto con la hermosa comunión que ha surgido.
ResponderEliminarMis aplausos y alabanzas a este gran escritor y aún más amigo del alma, "Tato" Alonso.
Un fuertísimo abrazo para todos. Nos seguiremos leyendo.
@SOLO DE INTERES
ResponderEliminarCoincido en amplitud, me he llevado la misma sorpresa y en especial el 8 OCtubre.
Un fuerte abrazo, amiga mía.
@Felix Casanova
ResponderEliminarAsí es, amigo Félix. Nacho Alonso hace incapié de forma radical en el individualismo que se incrementa día a día como método de defensa antes los insistentes ataques que nos oprimen día a día. Pero como bien decís, sería muy fácil de lograr pero difícil de ver.
Un abrazo de gol.
@María
ResponderEliminarClaro que si estimada amiga y esas fuerzas las cuales anhelas se han notado con una humilde y solidaria idea. Eso es una felicidad y tranquilidad que podemos desbordar y contagiar. Un gustazo haberte leído!
@CreatiBea
ResponderEliminar¡Y cuan esperanzador es saber que hay mucha gente que hemos conocido en estos días con ganas de mejorar y hacer fuerza para lograrlo!
Que buenas energías, amiga.
Un beso a la distancia.
@Ambar
ResponderEliminarQuerida amiga, felíz día de la convivencia para vos también, un honor y placer leerte por aquí.
@Balovega
ResponderEliminarPor suerte hemos convivido con nuestras ideas, pensamientos, ideales y ganas de participar. Me alegra haberte leído y cruzado en aquel día tan especial.
Un gran abrazo y que termines bien el finde.
@Ambar
ResponderEliminarAmiga, como siempre, aunque el día esté nublado tus mensajes y energía , solean los nubarrones.
Estoy en una campaña exhaustiva para bajar la velocidad de carga del blog, lo sé que es así. En especial si te ocurre como a mí, que manejo una netbook.
Un beso.
@Gladyzs
ResponderEliminarMuchísimas gracias y bienvenida.
El placer también es mió por tu grandes ideas y temas en tu blog.
Un gustazo poder leerte.
Un gran saludo y buen fin de semana.
@María
ResponderEliminarAmiga, que gran gesto. Te agradrezco y te deseo lo mismo para tu fin de semana. Que convivas y disfrutes en paz.
Un beso y un abrazo.
@fiaris
ResponderEliminarAmiga, nada que disculpar, yo recién hoy empecé a contestas los mensajes plagados de bellas palabras y energías. Nos seguiremos leyendo y un felíz día tardío para vos y tu gran blog.
Un beso.
@Senovilla
ResponderEliminarLas felicitaciones son para vos, como te he dicho en tu blog, admiro tu energía, tu ganas de formar buenas ideas y las ganas de emprenderlas.
Un fuerte abrazo!!
@Deybi
ResponderEliminar¡Hola y bienvenido! Gracias por dejar tu huella, ojalá volvamos a leernos.
Un saludo.
@TriniReina
ResponderEliminarDicen que es lo último que se pierde, yo creo que es lo que nos hace vivir.
Un fuerte abrazo.
Excelente ensayo, de minucioso análisis.
ResponderEliminarGracias por compartir semejante lectura!