Soneto soñoliento

Blande el verso suave y soñoliento
En la eterna alborada de mi día,
Porque el pájaro inmortal me envía
El último suspiro de su aliento.
Otra vez ser una inútil congoja
Y caminar como si fuera viento;
Noche ociosa en que vanamente siento
Mi sangre marchita y menos roja.
Y todo porque te he perdido. Cielo,
Que otrora fue testigo de tu sombra
Hoy con afán te ilumina y te nombra
Infinitamente. Lento deshielo
Es la soledad; verso, noche y arte:
Mis cruces para poder olvidarte.