Caminando, hacía malabarismos con mi mochila buscando monedas para viajar en subte mientras que al mismo tiempo prestaba una mínima atención a mi entorno para evitar chocarme con alguien en lo que parecía una transitada calle.
Al llegar a la entrada del subte, encontré las monedas que necesitaba, cerré la mochila y al levantar definitivamente la cabeza, mi vista quedó fija en un cartel publicitario de un medicamento que supuestamente disminuye la adicción a la nicotina en donde, debajo del nombre de la marca, aparecía como slogan "NO SOS VOS, ES TU CEREBRO".
Sentado en un vagón, volví a estar absorto, esta vez no buscando monedas en la mochila, sino buscando un significado: la frase del slogan que quedó resonando en mi mente.
Me quedo pensando no en saber como funciona el medicamento ni cuales son los efectos que producen una vez ingeridos, sino en lo que realmente significa el slogan, separado de su contexto publicitario, en su concepto más esencial: "NO SOS VOS, ES TU CEREBRO"...
El andar del subte acompañaba el ritmo de mi latir, las puertas se abrían y se cerraban como si respiraran a la par de mis bocanadas, la gente iba y venía, se sentaba y se paraba, hablaba y se callaba, como lo hacía mi cabeza consigo misma.
"No sos vos, es tu cerebro".
Desperté y surgió la pregunta, de manera espontánea y sin vacilar: ¿mi cerebro es algo separado de mi?
Se sienta alguien al lado mío, saca algo para anotar, hace unos garabatos que no llego a entender.
"¿el cerebro es algo separado de nosotros?"
Poco sé de medicina, pero vagamente puedo sacar alguna conclusión general por el sólo hecho de pensar con sentido común. El sentido común (o lo que yo pueda considerar como sentido común) me dice que el cerebro es una parte de nuestro cuerpo. Es lo tangible que en conjunción con otras partes tangibles del ser humano permiten la elaboración de cosas intangibles, tal como es el pensamiento, la razón, la conciencia, etc. Es "la cajita" en donde se guarda nuestra mente.
Veo al que está sentado a mi lado que seguía escribiendo y me ayuda a entender un poco más lo que vengo ilando: la mano es otra parte tangible de nuestro cuerpo, lo que está escribiendo es parte de él, uno no dice: "No, la verdad no sé que estoy haciendo, no soy yo, es mi mano...".
La verdad es que uno no dice eso, la mano es parte de nosotros, lo que escribimos, sea lo que fuere, es parte nuestra. Como las piernas que nos ayudan ir hacia donde queremos ir, como el cerebro que nos ayuda pensar lo que queremos pensar. Evidentemente no es algo separado de nosotros, en esa mano, en esas piernas, en ese cerebro, hay un algo de mí.
No quiero entrar a un grado de profundidad en la que se ponga en tela de juicio qué es el ser, qué y quién somos realmente nosotros, si el pensamiento, si el alma o sólo un cuerpo. Lo que quiero estoy pensando es algo lateral: si realmente el cerebro es algo separado de nosotros como para llegar a concluir "no soy yo, eso es otra cosa".
Puedo llegar a entender a gente con problemas de tipo neuronal que tenga deseos de hacer una cosa pero que su contexto corporeo-cerebral no se lo permita llevándonos a pensar que el cerebro es algo separado de uno: porque no nos deja hacer o ser aquello que queremos. Pero al fin y al cabo, si uno sigue vagando lateralmente en la idea separatista de cuerpo-ser, esta actividad cerebral (sea adecuada o inadecuada), nos condiciona a tal punto de formarnos como seres sociales.
Ya tenía que bajar del subte, me levanto, las puertas se abrieron, subí las escaleras y desde el subsuelo de mi existencia, volví a la tierra urbana con una pregunta aún sin responder: ¿el cerebro es algo separado de nosotros?
¿Qué opinan ustedes?