En el interior del país se respeta mas que a la propia madre, mas que a cualquier jefe, existen pocas razones que puedan llegar a interrumpirla o postergarla porque su carácter es casi sagrado. Es como que uno de esos fieles creyentes, que asisten a la iglesia todos los domingos porque la ley divina así lo marca, le propongamos postergar la ceremonia. El carácter sagrado que reviste a "la siesta" en el interior del país no se replica en nuestra agitada Buenos Aires.
Alguna vez un paisano mendicino amigo, que experimento vivir 3 meses en Buenos Aires para luego salir corriendo, me comento que lo que más le llamo la atención de nuestra cosmopolita ciudad es que el día no esta dividido en dos. Me decía lo siguiente: " Ustedes no tienen el día divido, no cortan a la hora de la siesta y parece que no hay diferencia entre la tarde y la mañana. El día esto todo uno, no existe una división". "La siesta" no es un acto de vagancia, la misma entre otras millones de cualidades, estructura la rutina y los tejidos sociales. No es solo el mero hecho de "dormir cuando deberíamos estar trabajando! " como algún porteño frenético reclama desde la más pura envidia disfrazada de progreso. Entre otros maravillosos beneficios que trae, divide el día en dos, le imprime el ritmo a la ciudad o al pueblo que la practica. 100 Km. antes de llegar, uno puedo percibir en el aire si allí se respeta el horario de la siesta o no, se huele en el aire, se ve en la cara de sus habitantes, se ve en su ritmo al caminar, en su filosofía al vivir.
Mi intención más profunda e idealista propone que recuperemos ese hermoso habito, no solo por el hecho de tirarse una horitas, sino tal vez para bajarle un cambio a nuestra bendita ciudad que parece ir en sexta velocidad y a punto de chocar. Pero que lejos parece, primero deberíamos luchar por recuperar los Domingos en los cuales "todo cierra". A nadie se le ocurría hace 20 años que los domingos abrieran los supermercados, las casas de ropas, etc. A lo sumo algún que otra cafecito permanecía abierto o alguna fabrica de pasta o rostisería hasta el mediodía. Pero una famosa flexibilización laboral nos trajo no solo los "Chopings" sino también, para algunos, el trabajo dominical. Ya no solo no se divide el día en dos, sino que ahora tampoco pueden dividir la semana entre: Semana y fines de semana.Luchemos por recuperar "la siesta" nuestra calidad de vida nos lo agradecerá. Es un sueño? Pues ese es otro beneficio de "La siesta".
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Vindico la importancia de la siesta; entre sus virtudes encuentro la meditación, que precede al sueño.
ResponderEliminarEs muy cierto que el ritmo de vida que llevamos actualmente hacen que los dias, como cuenta el amigo mendocino, duren 24hs seguidas y no se fraccionen. Personalmente, me adhiero a propagar la siesta para acortar y alivianar los dias y como un habito de meditacion a la que hace referencia Tato Alonso.
ResponderEliminarAhora mi confesion: hace mas de 2 decadas que no duermo siesta, todavia sigo pensando que desperdicio el tiempo.
El tiempo corre y nadie me apura...
Me ha gustado el post, pero no estoy de acuerdo. Creo que no se gana en calidad de vida durmiendo una siesta. Las puedo contar con los dedos de una mano, las veces que eché una, y me levanté peor que antes.
ResponderEliminarEso sí, no hay nada como tomar un cafecito, sentado en un cómodo sofá, después de comer.
Saludos.
A mí también me parecía que perdía el tiempo con la siesta.
Buenas: Gracias por los comentatarios! y bienvenidas las discidencias!
ResponderEliminarTengo amigos que "combaten" las siestas. Recuerdo cuando era chico vivia en un pueblo y no dormia la siesta. Pero el pueblo si, era hermoso porque tenias todo el pueblo para vos, parecia un pueblo fantasma. Como que los grandes no estaban ahi para vigilarnos. Tal vez por aca venga esa añorazan a las siestas. Cuando volvi a Bs As empece a dormir mas las siestas, despues del colegio o del laburo. La siesta estirda y constante tal vez me da culpa. Pero una siestita cada tanto...Me da un placer gigante!
Abrazo a todos!
Querido Saint Foreigner yo soy de las que combaten la siesta. Se que es algo reconfortante, que dormir unos minutos nos yuda a recuperarnos, que es bueno para la salud. Pero me cuestan tanto romper mi rutina...igual y es cosa de meter la siesta dentro d ela rutina y hacerla algo imprescindible.
ResponderEliminarUn beso enorme
Tani: recomiento para ti entonces las siestas de los japoneneses. Escuche por ahí que duermen 15 minutos y siguen.
ResponderEliminarAl final entre todos le dimos otro sentido mas al título "De siestas y divisiones"
Gracias Tani
Querido Saint Foreigner, es verdad, hemos interpretado y reinterpretado tu texto. Sabes, ahora pienso que había dejado de lado comentar como la vida citadina, el deseo de ser más productivo, de hacer, ver, conocer, trabajar, nos aleja de esa forma de ver el día en la que antes se podía dar un espacio para la relajación; hasta llegar a tomar los fines de semana como una prolongación de la semana laboral.
ResponderEliminarMás besos y lindo día
Tani: La vida moderna no nos deja tiempo para la relajación y creemos que a lo mejor descansar es perder el tiempo. Pero creo yo que el equilibrio es necesario. Como solución tengo una hipotesis. El día dura 24hs y con el ritmo de vida actual no nos alcanzan. Por eso en general le sacamos horas al descanso. Por eso mi hipotesis es que el día hoy deberia durar 36 hs. Una hipotesis a desarrollar !!!
ResponderEliminarBesos Tani !!!!!!!