El equipo de Panorámica Del Observador les quiere desear muchísimas felicidades a todos.
Que esta navidad, de corazón, la pasen en paz, armonía, junto a todos sus queres queridos.
Mantenerse juntos, en familia, a pesar de todo lo que pueda ocurrir, siempre será aquello por lo que fuimos concebidos en este mundo: puramente amor. Que nunca les falte.
Chin, chin. Salúd.
Staff.
Adrián J. Messina
José Ignacio Alonso.
Leandro Ferraro.
Siento que las cosas van cambiando,
poco a poco.
Algo esta pasando,
no sé realmente que es,
pero lo que fué
ahora ya no puede ser.
Muchas veces lo pienso, lo digo
y en este momento ya lo estoy sintiendo.
Somos un camaleón que cambia de color según la estación
y hoy la estación requiere otra tonalidad.
Los tiempos son otros.
El nuevo amanecer se aproxima,
el Sol brilla cada vez más,
sus rayos penetran más hondo en nuestro ser.
Eso dicen, eso dicen.
Las noches se sienten diferentes,
la Luna esta cada vez más presente
y nuestros ánimos bailan al compás de las estrellas titilantes.
Algunos ríos ahora son mares,
algunos mares ahora son montañas,
algunos se odian cuando antes amaban
y los que aman se juntan con otros que aman aún más;
algunos se olvidan cuando antes se recordaban
y lo que se recuerdan, se proyectan hacia el horizonte comunal.
Los castillos de arena del consumo se desintegran,
los pilares de papel que sostenían falsas relaciones se desmoronan,
las ideas escritas en nuestra mente pierden su tinta.
Siento que las cosas van cambiando,
el Sol brilla cada vez más,
el nuevo amanecer se aproxima
y con su luz muchos contrastes se van apareciendo.
Lo blancos son muy claros
y los negros muy oscuros.
La sangre que se derrama cada vez es más roja
y los besos que se regalan cada vez más dulces.
El Todo y la Nada
están jugando con los contrastes para crear un solo color: La unidad.
La Pachamama, que todo lo da, clama por su cuidado,
el viento y las plumas de los pájaros quieren abrazarnos,
nuestra alma quiere dibujar en el cielo con nubosos pinceles.
Los sueños quieren despertar
y para despertar es conveniente abrir El Ojo.
No el derecho, ni el izquierdo,
ni siquiera aquel que se considera políticamente correcto
Es necesario abrir El Ojo,
El Ojo del corazón que todo lo ve.
Si escuchamos los latidos del corazón,
estos nos llevarán hacia los jardines del edén,
en cambio si escuchamos los cañones del poder contra poder
estos nos llevarán a la hoguera del suicido del ser.
Lentamente y firme a la vez,
el viaje hacia nuestro destino ya comienza
desde el mismo momento en que uno siente el cambio.
Un sabio me dijo que más alla del horizonte las puertas del Sol se abren.
Allí nuestros cuerpos se fundirán en uno solo,
nuestras almas en un todo.
Y para llegar y cruzar, hay que ver con el corazón
caminar descalzo con la madre tierra, bailar como la lluvia,
acariciar como la brisa marina, silenciar como la Luna.
Sentir los cambios para saber amar.